Con la proliferación de información audiovisual, parece que la lectura va quedando en un segundo plano, así en los últimos años podemos observar como los niños leen cada vez menos y de una forma muy poco comprensiva. El vocabulario que manejan es cada día más escaso y pobre y es alarmante la disminución de la capacidad de comprensión lectora, que se observa en los jóvenes actuales provocada, entre otras causas, por la irrupción en nuestra sociedad de toda clase de medios audiovisuales, que compiten feroz y despiadadamente, con el tiempo de lectura de nuestros alumnos. Este es un gravísimo problema que soportan actualmente, sin excepción todos los países desarrollados o en vías de desarrollo.
Leer comprensivamente es indispensable para el estudiante. Esto es algo que él mismo va descubriendo a medida que avanza en sus estudios. En el nivel primario y en menor medida en el nivel medio, a veces alcanza con una comprensión mínima y una buena memoria, pero a medida que accedemos al estudio de temáticas más complejas, una buena memoria no basta.
Al pensar relacionamos conceptos, datos e informaciones, estableciendo entre ellos relaciones causales o comparaciones, clasificándolos, reuniéndolos bajo una explicación general que los engloba y supera, etc. La memoria recolecta y almacena ese stock de conceptos y datos a partir de los cuales podemos recrear y pensar. Pero si nuestra agilidad, nuestra precisión lógica y nuestra creatividad no se encuentran desarrolladas ni prácticas, será muy poco lo que podremos hacer a partir de la riqueza de recursos que nos brinda nuestra buena memoria. Leer comprensivamente es leer entendiendo a qué se refiere el autor con cada una de sus afirmaciones y cuáles son los nexos profundos de los que ni siquiera el propio autor se percató
Hay distintos niveles de comprensión
a) Comprensión primaria: es la comprensión de las afirmaciones simples. En este nivel suele generar dificultades la falta de vocabulario, simplemente no sabemos qué dice porque no sabemos el sentido de la palabra que emplea el autor. Esto se soluciona fácilmente recurriendo al diccionario. Como los conceptos son universales y no siempre responden a objetos representables gráficamente, el escaso desarrollo del pensamiento abstracto (13/14 años) puede ser el origen de la no comprensión de determinadas afirmaciones. (Nuestra cultura de la imagen y nuestra falta de lectura dificultan el paso del pensamiento concreto al abstracto)
b) Comprensión secundaria: es la comprensión de los ejes argumentativos del autor, de sus afirmaciones principales, de sus fundamentos y de cómo se conectan las ideas. En este nivel los fracasos pueden tener por causa la no distinción entre lo principal y lo secundario. Es muy común que el lector se quede con el ejemplo y olvide la afirmación de carácter universal a la que éste venía a ejemplificar. También dificulta la comprensión secundaria la falta de agilidad en el pensamiento lógico. El lector debe captar los nexos que unen las afirmaciones más importantes del texto. Al hacerlo está recreando en su interior las relaciones pensadas por el propio autor. Esto supone en el lector el desarrollo del pensamiento lógico. Por ello, un escaso desarrollo del pensamiento lógico dificultará o incluso impedirá la lectura comprensiva en este nivel.
c) Comprensión profunda: es la comprensión que supera el texto, llegando a captar las implicancias que el mismo tiene respecto del contexto en que fue escrito, del contexto en que es leído, y respecto de lo que “verdaderamente es” y/o de lo que “debe ser”. Esta comprensión implica un conocimiento previo más vasto por parte del lector. Cuanto mayor sea el bagaje de conocimientos con que el lector aborde el texto tanto más profunda podrá ser su comprensión del mismo. Pueden dificultar el pasaje al nivel profundo de comprensión la falta de cultura general o de conocimientos específicos (relacionados con la materia de la que trata el texto). También dificulta este paso la carencia de criterio personal y de espíritu crítico. Si a todo lo que leemos lo consideramos válido por el solo hecho de estar en un libro, no hemos llegado aún a este nivel de comprensión.
Para desarrollar la lectura comprensiva es aconsejable:
· Leer periódicamente libros de estudio como de literatura, revistas o diarios
· Adquirir más vocabulario, ayudándose para ello con el diccionario (la misma lectura nutre de conceptos al lector sin que éste se dé cuenta de ello)
· Ejercitar el pensamiento lógico, ya sea mediante el estudio de la Lógica o la Matemática, los juegos de ingenio o la práctica del ajedrez
· Ampliar la propia cultura general adquiriendo un conocimiento básico suficiente sobre la Historia y sus etapas, sobre la geografía del propio país y del mundo, sobre las distintas ideas políticas y religiosas, etc.
· Desarrollar el espíritu crítico definiendo la propia escala de valores y juzgando desde ella las afirmaciones de terceros.
El trabajo de comprensión de texto debe apuntar a la identificación de pistas contextuales que orientarán la construcción de los posibles significados, entre otros, la ubicación en tiempo y espacio, la cantidad de interlocutores, el género discursivo; todo lo que tenga que ver, en definitiva, con la relación entre el texto y la situación comunicativa. A lo largo de la lectura, el alumno irá confirmando, descartando y reformulando las diferentes anticipaciones que le permitirán participar de variadas actividades en los momentos de post lectura. Para lograr éxito en comprender lo que leen es fundamental que los niños lean y realicen ejercicios sobre las lecturas así se formarán una opinión de lo que leen, entresacando ideas centrales, deduciendo conclusiones, sacando consecuencias y obteniendo resultados, reteniendo conceptos fundamentales, reteniendo datos para responder a preguntas específicas; para lograrlo se habrán fijado en detalles aislados, coordinado detalles, establecido los hechos secuencialmente, seguido instrucciones, hecho esquemas, habrán sido capaces de resumir y generalizar, habrán captado y valorado el sentido de lo que el autor ha querido reflejar en lo leído, habrán establecido relaciones causa-efecto, separado los hechos de las opiniones y habrán tenido que diferenciar lo verdadero de lo falso y lo real de lo imaginario, además de haberse divertido y aprendido cosas.
La lectura comprensiva y el vocabulario específico en todas las áreas
Se tiende a considerar que la comprensión lectora es competencia del área de lengua y que lo aprendido en ella se debe aplicar en el resto de las áreas. Si bien es verdad que al área de lengua le compete un tratamiento específico de estos aspectos también le corresponde a todas las áreas procurar que los alumnos comprendan los textos en los que se expresan los contenidos de la propia materia. El trabajo con textos de diferente tipología en las diferentes asignaturas así como la comprensión del vocabulario específico y del lenguaje propio de la asignatura contribuyen a enriquecer los registros lingüísticos del alumnado y a desarrollar un vocabulario amplio y rico. Si los alumnos no dominan las técnicas para comprender textos escritos, adecuados a su edad, no sólo se les aboca al fracaso escolar sino que se les cierra una puerta de acceso al conocimiento y al crecimiento personal. Por eso el esfuerzo y el tiempo dedicados a comprender los conceptos y sus relaciones mediante la lectura de textos es una inversión a corto, mediano y largo plazo. La comprensión lectora además de ser un instrumento de aprendizaje es fundamental para que el niño sienta gusto por la lectura.
La lectura es de vital importancia para aprender una lengua. Debería ser una experiencia agradable si los textos son suficientemente interesantes en sí y dentro del nivel de comprensión de los alumnos.
Puede usarse textos de diarios, de escritores conocidos, artículos de revistas, avisos, instrucciones, panfletos o noticias para que los alumnos sepan encontrar en ellos la información correcta.
Valor de la lectura Oral
Esta facilita la comprensión lectora y es el vehículo para la transmisión de ideas y sensaciones. La deficiente lectura expresiva en voz alta pone de manifiesto que el alumno no entiende lo que lee y por consiguiente no puede ser entendido por los demás. Por tanto, la lectura en voz alta no debe separarse de la lectura comprensiva. Este es uno de los objetivos de la Educación Primaria. En ella se trabaja la técnica: entonación, sentido de la lectura, vocalización, tono de voz, velocidad, parsimonia en la dicción, etc. A través de textos adecuados a la edad del alumnado. Si se realiza con sentido y corrección contribuye a lograr una buena comprensión y ayuda al alumno a hablar correctamente en público. Por esto es preciso leer en voz alta en clase, tanto por parte de los docentes como de los alumnos.
El aprendizaje mediante la lectura comprensiva de los textos de cada área.
La Lectura Comprensiva debe ser una práctica habitual, continua y transversal en el aprendizaje de los contenidos de todas las áreas. Dicho aprendizaje se produce directa e indirectamente. Aprender mediante los textos es un ejemplo de esta última modalidad. La comprensión es una condición para el aprendizaje significativo por tanto, la comprensión de los textos es el primer paso para que los alumnos entiendan, relacionen, asimilen y recuerden los conceptos específicos de cada área.
El docente, además de la explicación oral, utiliza una gran variedad de recursos didácticos: enciclopedias, libros especializados, textos escogidos, CD-ROM, Páginas web, etc. En muchos casos, el libro de texto se puede utilizar como elemento común y básico para el aprendizaje de la materia, pero la opción didáctica que se utiliza con éste se puede utilizar con otros textos que el docente considere oportuno. Por otra parte, cuando se empleen recursos audiovisuales será conveniente elaborar actividades didácticas que incluyan la lectura de imágenes y de textos de forma comprensiva y crítica. Los actuales libros de texto presentan en general un adecuado diseño didáctico y si se emplean como ayuda y recurso pueden ser una herramienta valiosa. Los libros de textos no son libros científicos, sino libros didácticos que adaptan los conceptos científicos al contexto enseñanza-aprendizaje. Por ello, tienen una estructura peculiar: definiciones, explicaciones de las mismas, resúmenes, mapas conceptuales, recuadros, ejemplos, llamadas a relacionar ciertas situaciones que plantea, ejercicios, gráficos, fotos y actividades varias que facilitan la lectura y comprensión de los contenidos del área.
El docente debe elegir el libro de texto más adecuado a los objetivos del área, y el que más favorezca la comprensión lectora. A la vez que prepara la clase, el docente debe dedicar unos minutos a analizar la estructura lingüística y conceptual de la unidad didáctica y debe transmitir a sus alumnos estas nociones junto con las técnicas de estudio necesarias. Por ejemplo, la lectura del título y de las partes o preguntas ya presentan una síntesis previa que da una idea general del tema que se va a tratar, lo cuál permite desencadenar los conocimientos previos. En algunas áreas los libros incluyen textos cuyos párrafos empiezan con una definición que se explica a continuación, sin embargo en otras áreas es normal que se definan los conceptos mediante aproximaciones que culminan en el final del párrafo o párrafos.
Hacer conscientes a los alumnos de éstas y otras estructuras es contribuir a desarrollar en ellos la comprensión. La técnica del subrayado eficaz pretende trabajar también este aspecto. En cualquier caso, la lectura con papel y lápiz contribuye a que sea activa y a mantener la atención y el interés en lo que se lee, pues la lectura es un acto íntimamente ligado a la escritura y a la expresión.
De las múltiples formas de leer, en el aula suelen utilizarse tres: la lectura previa o primera lectura, la lectura lenta y minuciosa o segunda lectura y la lectura de síntesis y asimilación personal o tercera lectura. El docente, consciente de las ventajas y limitaciones de cada modalidad las utilizará en los momentos que considere más adecuados. Estas modalidades de lectura son igualmente aplicables a cualquier documento escrito, independientemente del formato o soporte en el que se transmita: enciclopedia, álbum, libro de texto, revista, página web, CD-ROM multimedia, reglamento de un juego deportivo, etc.
a) La lectura previa tiene como objeto acercarse de forma global al tema. En general, se pasa por encima de aquello que no se comprende en un primer momento y se pone el énfasis en lo que se entiende. Es una práctica habitual del docente, y con muy buenos resultados, hacer que los alumnos lean previamente un texto confeccionando dos listados, uno con los conceptos que han entendido y otro con los que no lo han hecho. Conviene que el docente dé ciertas “claves de lectura” pues éstas ayudan a realizar una lectura más eficaz. Son “claves de lectura” la estructura del tema, las preguntas a las que pretende responder dicho tema, ciertas guías de lectura y todo aquello que oriente al alumno hacia una mejor comprensión del texto.
b) La lectura lenta y minuciosa pretende comprender todas y cada una de las partes del texto o de la lección, y es una lectura analítica. El alumno no avanza hasta que comprende y si es preciso vuelve hacia atrás para ratificar o rechazar una idea. En esta modalidad de lectura la intervención y colaboración del docente es de una gran ayuda, porque a la dificultad de comprender unos conceptos nuevos se añade la dificultad del lenguaje escrito en que se transmiten. Por ello, no supone una pérdida de tiempo leer con los alumnos y ayudarles a “desentrañar” los textos; lógicamente ésta no debe ser la única práctica de la enseñanza de la comprensión de textos, pero sí conviene que esté muy presente en el repertorio metodológico del docente.
c) La lectura de síntesis y asimilación es una lectura personal y exige, igual que la anterior, una concentración y atención. Esta lectura pretende la elaboración personal y la retención de forma significativa de los conceptos y sus relaciones.
La Lectura Comprensiva es la gran aliada de nuestra memoria puesto que entender el significado de los conceptos facilita su retención de forma significativa. Es la primera etapa de un proceso que debe complementarse con campos conexos como la expresión oral, la redacción escrita fluida, la lectura en voz alta con entonación etc. Es conveniente dar una proyección exterior a las actividades relacionadas con la lectura y la escritura: debates, charlas para otros alumnos, artículos para el periódico escolar, escenificaciones, programas de radio, exposiciones, murales, etc.
Para llevar a cabo las actividades lectoras, el docente fomentará el uso de la biblioteca del aula y de la biblioteca escolar concebida como un centro de recursos organizado que utiliza cualquier tipo de soporte, apoya el aprendizaje activo de todas las áreas del currículo y fomenta la igualdad educativa de todos los estudiantes.
El lenguaje específico de las áreas y su vocabulario
La Lectura Comprensiva tiene diferentes partes que están relacionadas entre sí pero abarcan diferentes áreas del conocimiento y diferentes técnicas de ejercitación. Se deben acostumbrar a leer en detalle, a buscar la idea principal y la información específica, cuanto más practique el alumno con diferente material mejor será, por ejemplo periódicos y artículos de revistas, propagandas, folletos, instrucciones, cuentos etc. Esto ayuda a los alumnos a enriquecer su vocabulario y su rapidez al leer.
Objetivos de la Lectura Comprensiva
Por medio de esta se espera que los alumnos :
· Comprendan los textos que leen (identificar el contexto de enunciación: posición enunciativa de los interlocutores, ejes espacio-temporales, tipo de texto, el propósito ) y las consignas dadas.
· Lean para recabar información específica
· Reconozcan las características de los textos (cartas, postales, artículos periodísticos, cuentos, etc.)
· Formulen anticipaciones a partir de las pistas temáticas, lingüísticas, pragmáticas, discursivas y paratextuales que puedan reconocerse en el texto y confirmarlas con el grupo
· Comprendan y reflexiones acerca de la distribución de oraciones y párrafos, el valor de los conectores y acerca del uso de los signos indicadores de la puntuación.
· Tengan en cuenta que la comprensión del texto puede abordarse aún sin conocer todas las palabras que lo constituyen.
Técnicas de ejercitación:
Interacción Es una buena idea variar la forma de trabajar en la clase, los alumnos pueden hacerlo solos, en parejas, en grupos o todos juntos, de esta forma los alumnos pueden aprender unos de otros y así incrementar el vocabulario y mejorar el lenguaje que utilizan y aprenden.
Actividades para motivar Los textos pueden ser divididos en párrafos y dados a grupos y usados en diferentes formas. Se guía a los alumnos para que se animen a justificar respuesta y expliquen porque las otras están mal.
Vocabulario El propósito de la lectura es el de incluir un léxico ejemplificado en el contexto, que es la única forma en que el nuevo vocabulario puede ser satisfactoriamente aprendido y usado al mismo tiempo que sirven como textos para su comprensión.
El significado de las palabras solo puede ser aprendido dentro de un contexto y los alumnos tienen el hábito de preguntar sobre las palabras que no entienden o conocen, él darle una explicación puede resultar imprecisa sino han tratado ellos mismos de buscar su significado.
El propósito de los ejercicios de vocabulario es:
· ayudar al alumno a descubrir el significado de la nueva palabra dentro de un contexto
· ampliar el vocabulario en términos generales asociando palabras con el contexto apropiado y diferenciándolas entre ellas
· señalar las palabras que comúnmente se confunden
Ejercicios;
· Buscar sinónimos u antónimos de las palabras dadas en el texto
· Completar el espacio en una oración con una palabra
· Darle una lista de palabras del texto para que los alumnos digan o escriban su significado, pueden usar el diccionario o comentarlo entre ellos para ir descubriendo solos el significado
· Unir palabras con su significado
Método para realizarlos:
a) leer la oración y tratar de entender el significado
b) pensar que pondría en el espacio en blanco
c) ver las posibilidades y elegir la que crea que es la mejor
Estos ejercicios pueden evaluar el conocimiento del vocabulario, la gramática (utilizando conectores, preposiciones, verbos) o cuanto sabe la persona de la forma en que pueden ser usadas las palabras
Comprensión
Para evaluar si los alumnos pueden entender e interpretar un texto correctamente, se puede preparar preguntas que deberán contestar. Es esencial darles diferente clase de ejercicios:
· Formular preguntas que deberán responder
· Preguntas para contestar con Verdadero o falso
· Subrayar las palabras claves en cada párrafo
· Poner un subtítulo a cada párrafo
· Terminar una oración incompleta para compararlo con lo de otros alumnos
· Completar tablas y cuadros sinópticos
· Formular preguntas comprensivas para ser contestadas por otro grupo de alumnos
Esto evalúa la comprensión de pequeñas lectura. Algunas preguntas son para ver la comprensión de una pequeña parte de la lectura, otros la comprensión del sentido en general. Algunos tienen preguntas con cuatro posibles respuestas y una sola es la correcta, algunas pueden ser una pregunta real y en otras hay que elegir el mejor final para la oración
Respuestas múltiples
Este ejercicio es para evaluar la comprensión de los textos cortos. Algunas preguntas son para chequear la comprensión de una pequeña parte del texto, otras para el significado general. Se formula una pregunta y se dan tres o cuatro respuestas o una oración para elegir el final que mejor se adapte a la misma.
Para realizarlos
1) se lee el texto en forma rápida para tener una idea general del mismo
2) se leen las preguntas
3) se ignoran las respuestas, tratando de decidir sobre las respuestas, viendo el texto nuevamente con minuciosidad, se eligen las respuestas o se leen todas las respuestas posibles, se estudia el texto y se decide cual es la mejor
Para poder aplicar esto método sobre la Lectura Comprensiva es necesario establecer una sesión semanal dedicada a ella. La misma debe plantearse en forma sencilla utilizando muchos y variados textos, debe ser obligatoria y debe plantearse de forma que se fomente el hábito lector y el gusto por la lectura. Por lo tanto no debe orientarse como una continuación de la clase de lengua, sino como la puesta en práctica de sus enseñanzas y servirá para valorar el nivel de comprensión lectora del alumno.
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